lunes, 15 de diciembre de 2008

Presentación del libro "El vaho de las ánimas y el eco de los cristeros" del autor José Cervantes.


Ramón Granados, leyendo el texto de presentación.


José Cervantes es un verdadero cuentacuentos.



Agapito Torres, Jeremías Ramírez, José Cervantes, Gabriel Sánchez y Ramón Granados.


Ramón Granados, leyendo.


Jeremías Ramírez, haciendo comentarios sobre la obra.
El Lunes 15 de Diciembre se presentó la obra "El vaho de las ánimas y el eco de los cristeros" del autor apaseoeltense José Cervantes, la cita fue en el auditorio del cassa; a continuación el texto leído por Ramón Granados Juárez con motivo de esta presentación.
EL VAHO DE LAS ÁNIMAS Y EL ECO DE LOS CRISTEROS
DE JOSÉ CERVANTEZ GÓMEZ

Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después;
que no se podría encontrar nada al otro lado,
al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos.
Pero sí, hay algo. Hay un pueblo.
Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo,
y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza.
JUAN RULFO “NOS HAN DADO LA TIERRA”
La voz de los viejos de esta región agoniza, se va perdiendo entre el viento que levanta el polvo, se va muriendo con la tierra que ya no quiere germinar, con la migración y las nuevas tecnologías; si dejamos que la tradición oral se muera, estaremos perdiendo esa esperanza de la que Juan Rulfo habla. Si permitimos que las historias de nuestros viejos se extingan, estaremos negando una importante raíz de nuestro pasado como pueblo.
Así lo ha entendido José Cervantes Gómez, por eso decidió recorrer las veredas de nuestra región, para llegar a los lugares donde nacieron las historias y escucharlas de viva voz de algunos de sus protagonistas. José Cervantes, con este nuevo volumen; al igual que en su primer libro, no sólo rescata una parte de las narraciones y cuentos de los viejos de la región; también ha rescatado una parte importante de la historia local: la guerra cristera; hechos históricos relatados a manera de corridos o de anécdotas diversas de esta etapa de la historia nacional; que en nuestra región se vivió muy de cerca.
En “el vaho de las ánimas y el eco de los cristeros”; José Cervantes nos lleva por caminos de tierra, calles empedradas y angostas veredas desde Tarimoro hasta Apaseo el Grande, recorriendo cerros, acantilados y llanos con el único fin de mostrarnos la voz de la historia local, que se esconde detrás de las arrugas de los ancianos. Las reminiscencias de la revolución cristera; tan presentes en la memoria de las comunidades de la región; se hacen evidentes en las páginas de este excelente libro; en esta región, a quienes pertenecían a la cristiada se les denominaba “los del cerro”, porque elegían los cerros para ocultarse del ejército y desde allí planear y ejecutar sus ataques.
Esta lucha de la causa religiosa fue posible (como muchas otras guerras y revoluciones), gracias a la gente del pueblo, a los de abajo, a los que soñaron con tierra para trabajar y pan para sus familias. Estos personajes son los que le dan vida a este libro. Tan importantes han sido estos personajes en el libro, que el compilador decide conservar el lenguaje y las expresiones populares con las que se habla en esta parte del bajío mexicano. Dándole al libro el carácter de ejemplo del ideario popular, haciéndolo entendible para todo tipo de público.
Este proyecto de rescate de la tradición oral local ha sido posible gracias al apoyo del Programa PACMYC (Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias) para el Estado de Guanajuato; del que Cervantes resultó beneficiado, gracias al invaluable aporte que hace a la historia regional.
José Cervantes; con este nuevo libro, nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la conservación de las narraciones, historias, corridos, anécdotas y demás manifestaciones históricas, ya que son relevantes para entender nuestra realidad actual.
En “El vaho de las ánimas y el eco de los cristeros”, se recogen historias que, de no haber sido por la intervención oportuna de Cervantes Gómez, hubieran muerto en el olvido. Algunos de los narradores que aparecen compilados en este libro ya no viven o su avanzada edad ya no les permitirá contar más historias, de ahí la importancia de que José Cervantes haya realizado este trabajo en este tiempo.
De haber esperado más, quizá no hubiera encontrado a alguno de los participantes y las historias se hubieran ido junto con sus protagonistas.
Este es un libro que nos recuerda la importancia que revisten los viejos en nuestras sociedades –y el olvido en el que los tenemos--, porque son ellos los que tienen en sus manos la sabiduría y la experiencia que los años dan; sabiduría y experiencia que compartirán con nosotros cuando leamos sus historias.
José Cervantes nos muestra en “El vaho de las ánimas y el eco de los cristeros” un conjunto de historias que no morirán gracias a la publicación de las mismas y quedarán registradas para la posteridad en esta obra. Con este libro, José Cervantes ha entrado en la historia cotidiana de nuestra región y por ende en su vida y su memoria; porque, en palabras del escritor checo Milan Kundera “La vida es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir”.
Ramón Granados Juárez. Apaseo el Alto, Guanajuato, 15 de Diciembre 2008 Texto leído en la Presentación del libro “El vaho de las ánimas y el eco de los cristeros” de José Cervantes Gómez




domingo, 14 de diciembre de 2008

MUESTRA POÉTICA DE INVIERNO, VALLE DE SANTIAGO 2008


Las caras de la 1era Muestra Poética de Invierno en Valle de Santiago.


Con árbol navideño de fondo.



Todo listo.


Jesús Zarazua, en plena lectura.


A Clau no la calentaba ni el sol (pero sí le lastimaba los ojos).


MUESTRA POÉTICA DE INVIERNO, VALLE DE SANTIAGO 2008

El día llegó, eran las 11: 30 AM y la cotidiana tranquilidad del jardín principal de Valle de Santiago se vio interrumpida por un grupo de locos dispuestos a leer poesía.


Los primeros en llegar fueron Javier Malagón, Marion Flores, Santiago León e invitados que los acompañaban; yo llegué con Jesús Zarazúa. Claudia García poeta e historiadora vallense; y a quien se le considera la autora intelectual de este evento, se veía consternada; algo le preocupaba, era el micrófono. Problemas técnicos minúsculos que se hacían mayúsculos con el caminar del reloj, un cable que no servía y hubo que cambiarlo, después, era el micrófono el que inexplicablemente no funcionaba. Pareciera que alguna extraña maldición cayera sobre todos nosotros.


Una hora después el equipo técnico de casa de la cultura llegaría para arreglar lo desarreglado y entonces si; con singular alegría inició la lectura de poemas.




Marion Flores, Ramón Granados, Javier Malagón y Claudia García justo antes de iniciar las lecturas




Se leyeron los trabajos de cada autor y de algunos otros escritores, como Sabines; cortesía de Javier Malagón. Hubo que mover el moviliario por motivos climáticos (nos fuimos, como quien dice; a la sombrita), justo a las afueras de la Presidencia Municipal; afortunadamante el alcalde estaba en un evento, de otra manera se hubiera considerado la lectura como una manifestación en su contra, o algo peor: un recital en su honor.




leyendo

La sorpresa la dio Don Vicente Ruíz Martínez, extraordinario narrador, quién se dejó venir (sin albur) desde Salamanca para escuchar las lecturas.




Santiago León y Vicente Ruiz


Leimos, nos escucharon, nos divertimos, nos tomamos muchas fotos, hicimos florecer la palabra en aquel hermoso lugar; la muestra rindió sus frutos.




Jesús Zarazua, Marion Flores, Javier Malagón y Claudia García


Nos despedimos con la esperanza de que esta 1era muestra no sea la última; luego, parrillada (casi) vegetariana en casa de la abuelita de Marion, en donde Malagón mostró sus dotes de chef internacional; y luego, la despedida con el compromiso de encontrarnos en algún otro evento para seguir haciendo de la palabra una fiesta.



Primera Muestra Poética de Invierno (Valle de Santiago 2008)