domingo, 1 de febrero de 2009

¡EL TREN!

Es una tarde como cualquiera en el jardín principal de Apaseo el Alto; todo parece transcurrir de manera habitual, de repente, la zona conocida como "los arcos" se vio invadida por extraños seres que pocas veces se ven por estos lares, los que saben los llaman: "escritores".


Una pila de sillas, una mesa, equipo de sonido; "¿irán a dar comida?" murmuraba la gente; casi adivnaban, aquel sería un banquete para el alma.



¿bueno? Dios, ¿estás ahi?; habla Daniel Lara

Tras un pequeño retraso por cuestiones de tráfico; pusimos en marcha el tren, todo estaba dispuesto para iniciar y después de un pequeño calentamiento de motores, el tren de las letras guanajuatenses inició el recorrido.


El primer vagón llevaba en su interior a dos poetas, ella de Salvatierra y él de Celaya; Luz Elena Becerril y Santiago "de Habsburgo" León deleitaron al público (que poco a poco crecía) con sus poesías. En un momento el poeta de la barba imperial dudó en continuar su lectura, porque consideró inadecuado mencionar cierta palabra que empieza con "p"; por miedo a ser rociado con agua bendita por el Señor Cura (ésto debido a que el lugar de las lecturas estaba exactamente en medio de dos iglesias); de cualquier manera, "Maximiliano" León mencionó aquella inmoral palabrota (aunque lo hizo casi en silencio, para no descastar oídos apaseoaltenses).




Las p*tas del emperador.

Los vagones del tren cargado de buena litertatura desfilaban uno a uno, atento el público se deleitaba dejándose envolver por poemas y narraciones; así, pasó Javier Malagón acompañado por Monsterrath (quien ganó mención honorífica en los pasados juegos florales de Celaya y es sobrina del poeta celayense Gerardo Sánchez).

Daniel Lara, una de las voces nuevas de la poesía apaseoaltense; no llegó solo y recibió una fuerte ovación de su porra al ser presentado. Daniel leyó sus textos con las complicaciones propias de la primera vez (si, fue su primera vez; y le costó un poquito de trabajo); por fortuna y como debía de ser, Dany salió visctorioso, agitado pero con los brazos en alto. Su primera vez fue inolvidable, entre otras cosas, porque fue en público y su madrina fue Marion Flores.

Dany tuvo madrina de lujo en su primera vez.

Las lecturas se sucedian una tras otra y la felicidad del público era más que evidente; a todo dar la tarde avanzaba, ¿cuál frío¡ estábamos todos bien cobijados por la buena lectura. Los vagones del tren siguieron desfilando con singular alegría y le tocó el turno a los exponentes de San José Iturbide; Jesús Zarazúa (quién le dió el nombre al evento, honor a quien honor, merece porque luego me reclaman) llegó con dos alumnas de su taller para mostrar al público apaseoaltense cómo se escribe en aquel frío lugar, dejándo buen sabor de boca entre los asistentes.


Chucho y las manos de Itzel.

Alfredo García Servín "and son" (Demian), llegaron como candidato en campaña, saludando a todo el mundo, para después ofrecernos unos buenos cuentos cortos; para entonces ya se sentía más el frío y ni el cobijo literario nos salvaba, el tren de las letras guanajuatenses estaba por terminar su recorrido por la literatura de la región. El maquinista y autor intelectual de este evento (o sea, yo) anunciaba la llegada a la estación, con algunos poemas de su autoría.


Este viaje llegó a su fin, nos esperan más pueblos por visitar, más caminos por recorrer, la compañía circense-literaria ha empacado libros y textos; y se dispone a seguir su camino, hasta la siguiente ocasión, en que las letras nos unan.



El público.

Demian y Alfredo García, Jesús, Marion y Malagón.



¿El fin?

1 comentario:

Mimí- Ana Rico dijo...

Ha sido muy ameno leerte, me ha parecido interesante, incluso he pensado que deberiais alquilar un jamelgo flaco y haceros con una lanza que molinos de viento no os faltarán.
Un abrazo saltando el charco, desde los mares de Extremadura