La noche cayó como una estaca;
apolillada se arrastra en silencio,
cubriendo las piedras,
regando las flores.
Los ojos se hacen polvo
contemplando la luna
y la noche avanza
cansada de cargar
a sus muertos.
Se abren
las ventanas del insomnio.
Ánimas renegadas
buscan saliva de aurora;
caminos como charcos de vino,
refugio y alivio.
Somos los sonámbulos esqueletos
rogando por que la noche se prolongue;
somos los perros abandonados
llorando nuestra triste muerte.
1 comentario:
Hola, me encantaron estas imágenes...
La noche cayó como una estaca;
apolillada se arrastra en silencio,
sigue escribiendo, nos vemos.
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