domingo, 26 de octubre de 2008

LA NOCHE QUE NO SANA

La noche cayó como una estaca;
apolillada se arrastra en silencio,
cubriendo las piedras,
regando las flores.

Los ojos se hacen polvo
contemplando la luna
y la noche avanza
cansada de cargar
a sus muertos.

Se abren
las ventanas del insomnio.

Ánimas renegadas
buscan saliva de aurora;
caminos como charcos de vino,
refugio y alivio.

Somos los sonámbulos esqueletos
rogando por que la noche se prolongue;
somos los perros abandonados
llorando nuestra triste muerte.

1 comentario:

José Antonio dijo...

Hola, me encantaron estas imágenes...

La noche cayó como una estaca;
apolillada se arrastra en silencio,

sigue escribiendo, nos vemos.