Oscurece y tal vez no amanezca.
Me quedo sentado
en este incómodo
signo de interrogación.
Todo lo que recuerdo
de ustedes,
de ellos,
de mí,
comienza a zumbar
en mis retinas.
¿Se desborda o se queda?
Se desvanece el fragmento
que recuerdo de ti.
Ya no puedo escribir
palabras limpias
en papel blanco;
ya estoy adulterado
por
todos esos
miedos añejos.
Ya no puedo ser yo
mi sombra arrastra esos fracasos.
No quedan más que manos ciegas
y vidas defecando rutinas.
No queda más que esperar
a que estas palabras se vuelvan piedras.
1 comentario:
me encato tu moema, es cristalino y emocionante. En verdad conmovedor.
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